lunes, 20 de enero de 2014

Análisis: Speed Racer





Puntuación: 6



Lo mejor:
Su exceso kitch, un desborde visual que enamora por saturación. Te acabas sintiendo como en un viaje de LSD.

Lo peor:
Quizás le sobra media hora. Y el actor que interpreta al hermano pequeño de Speed es realmente ostiable.

Sinopsis:
La familia Racer se dedica a las carreras de coches como negocio familiar. Poseen una escudería
humilde acosada por las grandes empresas que dominan ese deporte. El hermano mayor, Rex, abandona a la familia por motivos poco claros, y el hermano menor dedica su vida a ser mejor que su hermano. En esas, una gran empresa intenta patrocinar a Speed para ayudarle en su sueño de conseguir participar en la final del gran premio. Pero las intenciones Royalton, dueño de la compañía, no están nada claras. A eso hay que unirle la aparición en escena de X, un sucio y misterioso corredor. A todo esto le sumamos a John Goodman, Susan Sarandon, Christina Ricci, un niño gordito horrible, un mono, artes marciales, japos, gansters sacados de Dick Tracy y mas luces de colorines y neones que en las vegas, y tenemos el cuadro completo.

Opinión:
Mi historia con esta película tiene varios capítulos. Soy un fan de Matrix, de las tres. Me flipan. Y “Lazos ardientes” me gusto bastante. Sin embargo “V de vendeta” me pareció una mierda suprema (que si, que oficialmente no es de los Wachowski, pero como si lo fuera) y nunca fuy fan de los dibujos animados. Así que cuando vi el trailer de Speed Racer, la sensación que me produjo fue sobre todo miedo. Y mas teniendo en cuenta el aspecto visual que recordaba mas a los dibujos de Hanna Barbera que a Matrix. Por ello, la primera vez que la vi no aguante mas de 20 minutos.

Sin embargo, tras ver ese peliculón que es “El atlas de las nubes” y fliparlo como yo solo, me decidí a darle una oportunidad a esta película, y menos mal.

En principio puede chocar tremendamente el tono infantil y el aspecto visual recargado al máximo.
Pero cuando piensas en lo que estas viendo comprendes el contexto y todo encaja. Es una adaptación de un manga de los sesenta, época en la que los animes se caracterizaban por contener escasas animaciones supliéndolo con movimientos constantes de la boca de los personajes y del entorno. Eso confirió a las aventuras de Meteoro de un aspecto característico, aspecto que lo hermanos polaco-americanos han sabido adaptar plenamente. Ademas, la serie estaba destinada a un publico infantil, cosa que se ha mantenido en la película. Es por ello que antes de verla tenemos que tomar conciencia de que lo que vamos a ver es una película infantil que adapta de una forma impecable un clásico del anime más rancio. Desde este punto de vista, cada plano de Speed Racer es una verdadera obra de arte.

Sin embargo es justo reconocer que no es un plato del gusto de todo el mundo, y es que por muy concienciado que se este, a veces resulta difícil de tragar que estos dos son los mismos que gestaron las peripecias de Neo y compañía.
A la hora de resaltar los aspectos negativos, yo diría que a la cinta le sobra una media hora. Ya que es una película infantil deberían haber tenido en cuenta que es difícil tener a un niño quieto en la butaca durante hora y media, así que dos horas y diez ni te digo. Y esto se magnifica con un suceso final que deja inconclusa una de las subtramas, lo que parece indicar (aunque levemente) que había planeada una secuela. Dos horas y diez y encima una secuela... muchos colorines son eso pa mi.

Los actores están más que correctos. Sobre-actuados a la máxima expresión, pero es lo que se pretendía. Hasta Emile Hirsch esta correcto, y eso que habitualmente sus excesos actorales hace que me den ganas de vomitar el estomago. Tan solo Paulie Litt parece superado por su personaje, y es que para salir airoso de un reto como este, interpretar a un niño potencialmente muy odioso, hace falta un gran carisma, cosa de la que carece, y por ello me he pasado toda la peli deseando que alguien le diera una ostia a ver si se callaba de una vez, aunque fuera el mono.

Me sorprende negativamente que los cromas en muchas ocasiones parecen no ir muy finos. Aun asi, la saturación de nuestros sentidos debido a la cantidad de colorines, a las físicas imposibles de las carreras y a las actuaciones de opereta del elenco hará que pasemos por alto este detalle o que, mas probablemente nos importe una mierda.

En serio una mas que digna película infantil de acción, muy recomendable para ver una tarde de domingo por ejemplo, en compañía de niños... o mejor solo, que así podemos dar rienda suelta a nuestra vena infantil sin miedo a dar malos ejemplo.




B.S.O:
Ojiplático me quede cuando reconocí esta canción en medio del caos:





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