IMPORTANTE: Siento no
haber publicado el lunes, pero compromisos laborales me lo han
impedido. Este lunes intentaré cumplir con la cita puntual.
Puntuación: 7
Lo mejor:
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Lo peor:
El problema que tiene de
la Iglesia con las narraciones. Buenos planteamientos pero con algo
que no encaja que se va haciendo más grande a medida que avanza el
film, hasta destrozar todo el tramo final de la cinta.
Sinopsis:
Un grupo de desconocidos,
desesperados económicamente cada uno por su caso, deciden atracar un
establecimiento de compra de oro en la puerta del sol disfrazados de
artistas callejeros. El atraco sale mal y solo consiguen escapar dos
de los delincuentes, con el hijo pequeño de uno de ellos. En su
huida secuestran un taxi con un pasajero e inician el viaje hacia
Francia. En el trayecto acaban en Zugarramurdi, un pueblo vasco
rodeado de leyendas de brujería. Mientras tanto, la exmujer del
padre del niño y dos peculiares policías inician su persecución.
Opinión:
Que Alex de la Iglesia es
una rara avis dentro del panorama fílmico español es algo que esta
fuera de toda duda, y solo por eso ya merece todo mi respeto. Pero
elevarlo al Olimpo del séptimo arte como uno de los elegidos me
parece algo totalmente desproporcionado. De la Iglesia es un director
con innumerables virtudes, su dominio de la técnica y mecánica
cinematográfica es portentosa, y su mundo interior es distintivo y
genuino. Pero tiene enormes carencias a la hora de hilvanar un
argumento de forma correcta.
Sus historias poseen un
magnifico planteamiento, están repletas de personajes maravillosos,
fusión perfecta entre el mundo friki y el esperpento mas cañí. Sin
embargo sus narraciones ocurren a trompicones, en ocasiones se
estancan e incluso van hacia atrás (no en el tiempo, si no que
desevolucionan). Todo esto nos lleva al ultimo acto de sus películas
donde es difícil trazar un desenlace coherente, con lo que el climax
suele ser un batiburrillo de ideas ininteligibles que trata de
ocultar todas sus carencias.
Aun así, sus obras
suelen estar por encima de la media, salvo alguna excepción, pero
ninguna es una obra maestra. Dicho esto, Las brujas de Zugarramurdi
es, para mi, su mejor película junto con los crímenes de oxford. La
cinta de los asesinatos ingleses es la única que casi evita el
problema narrativo del vasco, pero por contra es la mas pobre en lo
que se refiere al universo propio de Alex que resulta tan atractivo.
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Y es en estos personajes,
en los de Segura y Areces donde se ve uno de los mayores problemas de
la cinta. La obra está plagada de personajes hipnóticos y
divertidos, interpretados con increíble tino, pero a los que se les
saca muy poco partido. De hecho, el duo de maris vascas aparece muy
poco en pantalla y nos deja con ganas de más.
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Quizás a la película le
hubiese venido bien una media hora más o algún personaje menos para
dar tiempo a desarrollar la historia de forma adecuada, no lo se,
pero el caso es que el final me dejo con una sensación agridulce que
enturbio todo lo que se venia desarrollando antes.
Aun así, y aunque no lo
parezca, me parece una gran película tremendamente divertida. Todos
los actores cumplen sobradamente y aparte de Areces y Segura, habría
que destacar a Jaime Ordoñez que realiza aquí un papel diferente a
lo que suele ser habitual en el y aprueba con nota. A Hugo Silva, un
actor que sin ser un fuera de serie, es bastante resolutivo y esta
desaprovechado en el panorama nacional. Y sobre todo a Mario Casas.
Sinceramente odio a este actor (por llamarlo de algún modo). He
algunas de sus películas, y llamar actuar a lo que el hace me parece
una ofensa a todo el gremio de profesionales de la actuación. Pero
extrañamente en esta película esta en su salsa. Eléctrico,
gracioso, tierno, e incluso se le entiende cuando habla. Para mi, la
mayor sorpresa de la cinta. Quizás el problema con Mario era que nos
lo vendían como un galán pero que en realidad es un payaso. Espero
que siga por este camino para futuros trabajos, por el bien de los
espectadores.
B.S.O.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmuy de acuerdo, coincide con mi parescer
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