miércoles, 29 de enero de 2014

Análisis: Las brujas de Zugarramurdi


IMPORTANTE: Siento no haber publicado el lunes, pero compromisos laborales me lo han impedido. Este lunes intentaré cumplir con la cita puntual.






Puntuación: 7


Lo mejor:
Los personajes y los actores que los interpretan. Están todos genial, y lo mas sorprendente es que el mejor de todos es Mario Casas (nunca pensé que diría esto sin cobrar).

Lo peor:
El problema que tiene de la Iglesia con las narraciones. Buenos planteamientos pero con algo que no encaja que se va haciendo más grande a medida que avanza el film, hasta destrozar todo el tramo final de la cinta.

Sinopsis:
Un grupo de desconocidos, desesperados económicamente cada uno por su caso, deciden atracar un establecimiento de compra de oro en la puerta del sol disfrazados de artistas callejeros. El atraco sale mal y solo consiguen escapar dos de los delincuentes, con el hijo pequeño de uno de ellos. En su huida secuestran un taxi con un pasajero e inician el viaje hacia Francia. En el trayecto acaban en Zugarramurdi, un pueblo vasco rodeado de leyendas de brujería. Mientras tanto, la exmujer del padre del niño y dos peculiares policías inician su persecución.

Opinión:
Que Alex de la Iglesia es una rara avis dentro del panorama fílmico español es algo que esta fuera de toda duda, y solo por eso ya merece todo mi respeto. Pero elevarlo al Olimpo del séptimo arte como uno de los elegidos me parece algo totalmente desproporcionado. De la Iglesia es un director con innumerables virtudes, su dominio de la técnica y mecánica cinematográfica es portentosa, y su mundo interior es distintivo y genuino. Pero tiene enormes carencias a la hora de hilvanar un argumento de forma correcta.

Sus historias poseen un magnifico planteamiento, están repletas de personajes maravillosos, fusión perfecta entre el mundo friki y el esperpento mas cañí. Sin embargo sus narraciones ocurren a trompicones, en ocasiones se estancan e incluso van hacia atrás (no en el tiempo, si no que desevolucionan). Todo esto nos lleva al ultimo acto de sus películas donde es difícil trazar un desenlace coherente, con lo que el climax suele ser un batiburrillo de ideas ininteligibles que trata de ocultar todas sus carencias.

Aun así, sus obras suelen estar por encima de la media, salvo alguna excepción, pero ninguna es una obra maestra. Dicho esto, Las brujas de Zugarramurdi es, para mi, su mejor película junto con los crímenes de oxford. La cinta de los asesinatos ingleses es la única que casi evita el problema narrativo del vasco, pero por contra es la mas pobre en lo que se refiere al universo propio de Alex que resulta tan atractivo.

La obra que hoy comento es una versión no confesa “Made in de la Iglesia” de Abierto hasta el amanecer. Solo que en vez de vampiros tenemos brujas. En vez de a Danny Trejo, Cheech Martin y Salma Hayek, tenemos a Terele Pavez, Carmen Maura y Carolina Bang. En vez de a Juliette Lewis y su hermano chino, tenemos a un niño y a un señor que quiere ir a Badajoz (creo). En vez de a Harvey Keitel, al calvo que hablaba muy rapido en aquí no hay quien viva. Y en vez de a George Clooney y a Quentin Tarantino, tenemos a Hugo Silva y a Mario Casas. Y de propina están Carlos Areces y Santiago Segura interpretando a dos maris vascas de forma excepcional.

Y es en estos personajes, en los de Segura y Areces donde se ve uno de los mayores problemas de la cinta. La obra está plagada de personajes hipnóticos y divertidos, interpretados con increíble tino, pero a los que se les saca muy poco partido. De hecho, el duo de maris vascas aparece muy poco en pantalla y nos deja con ganas de más.

El primer tramo de película es espectacular precisamente porque supone la presentación de los personajes. Hay tantos y tan bien hechos que sin darnos cuenta nos plantamos en la mitad y aun no los hemos conocido a todos. El problema es cuando ya están todos introducidos, lo que se hace con ellos, y desgraciadamente es poca cosa. Carreras, gritos, algún que otro chiste, y un fundido a negro como recurso para cuando no se sabe como acabar. El epilogo es uno de los WTF del año sin duda.
Quizás a la película le hubiese venido bien una media hora más o algún personaje menos para dar tiempo a desarrollar la historia de forma adecuada, no lo se, pero el caso es que el final me dejo con una sensación agridulce que enturbio todo lo que se venia desarrollando antes.

Aun así, y aunque no lo parezca, me parece una gran película tremendamente divertida. Todos los actores cumplen sobradamente y aparte de Areces y Segura, habría que destacar a Jaime Ordoñez que realiza aquí un papel diferente a lo que suele ser habitual en el y aprueba con nota. A Hugo Silva, un actor que sin ser un fuera de serie, es bastante resolutivo y esta desaprovechado en el panorama nacional. Y sobre todo a Mario Casas. Sinceramente odio a este actor (por llamarlo de algún modo). He algunas de sus películas, y llamar actuar a lo que el hace me parece una ofensa a todo el gremio de profesionales de la actuación. Pero extrañamente en esta película esta en su salsa. Eléctrico, gracioso, tierno, e incluso se le entiende cuando habla. Para mi, la mayor sorpresa de la cinta. Quizás el problema con Mario era que nos lo vendían como un galán pero que en realidad es un payaso. Espero que siga por este camino para futuros trabajos, por el bien de los espectadores.





B.S.O.



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