martes, 18 de febrero de 2014

Análisis: La gran estafa americana







Puntuación: 8

Lo mejor:
Su empaquetado visual, tanto por su forma (estética) como por su contenido (montaje).

Lo peor:
Estar esperando durante toda la película la gran estafa americana, sin darte cuenta que el titulo tiene una lectura que no es la que parece.

Sinopsis:
En una fiesta, Sydney Prosser conoce Irving Rosenfeld, un hombre de negocios casado y con un hijo, dueño de varias tintorerías, cuya principal fuente de ingresos es estafar a gente desesperada por conseguir un crédito bancario. Rápidamente ambos se enamoran y Sydney comienza a ayudarle con sus estafas, hasta que Richie Dimaso, un agente del FBI enérgico y hambriento de reconocimiento, les pesca con las manos en la masa. Este les propone un trato para librarse de la cárcel, ayudarle a coger a cuatro estafadores a cambio de la libertad. El problema es que Dimaso cambia continuamente las normas para tratar de coger a un pez cada vez mayor. Si a eso le sumamos la esposa inestable de Irving, un político de New Jersey al que todos aman, y la mafia, obtenemos una situación de lo mas peliaguda para Irving y Amy.

Opinión:
La gran estafa americana es como una matrioska. Una cuidada critica al moralismo legal americano (extensible a otros países desarrollados), envuelto en una historia de amor con dificultades, envuelto a su vez en una historia de policías y delincuentes de guante blanco, envuelto por ultimo en una cuidada y atractiva cobertura visual.

De fuera a dentro empezare por su factura visual, y es que el de esta película es como el buen maquillaje, que parece casi inexistente pero que esta estudiada al milímetro para resultar atractiva. A parte del obvio trabajo de producción que recrea los 70 con toda la excéntrica fidelidad posible, el montaje de la cinta es magnifico, consiguiendo escenas impactantes sin necesidad de trucos de artificio.

La historia de delincuentes y policías, que pudiera parecer la principal, resulta superflua, precisamente para resaltar los aspectos verdaderamente importantes de la cinta. El máximo exponente de esta parte de la historia es Bradley Cooper, actor resultón a la par que irritante, con un innegable buen olfato fílmico a la hora de escoger sus proyectos. En esta ocasión esta correcto, como siempre. Incluso esta subreactuado, porque su personaje lo requiere. Es sin duda el carácter con mayor numero de gags, lo que en otras manos habría dado para construir una actuación memorable. Sin embargo, en manos de Cooper se convierte en solo correcta.

La historia de amor que centraliza la trama y actúa de motor de la misma sirve como distracción a la hora de hacernos tragar mas fácilmente la moral envenenada y amarga que encierra la película. Un héroe poco convencional, de aspecto horrendo y moral mas que dudosa encandila y se enamora de un bellezón. Ambos están echos el uno para el otro. Sin embargo, sus propias convicciones morales hacen que le sea imposible dejar a su mujer, una psicópata perfectamente encarnada por Jennifer Lawrence, que lo martiriza y maltrata, para no dejar solo al hijo de ambos. El trío de actores que representa este triangulo imposible esta de dulce, en especial Christian Bale, que se adueña de cada plano en el que sale y que logra que tengamos pena por su personaje, lo amemos, lo odiemos y lo envidiemos todo a la vez, lo cual es muy difícil de conseguir.

Y por ultimo llegamos al kit de la cuestión. La gran estafa americana a la que se refiere el titulo, y que centra la moraleja, podrida y desilusionada de esta obra. Critica encarnada por un personaje y un actor. El alcalde Carmine Polito magnificamente interpretado por Jeremy Renner. El actor no logra destacar por encima del resto del reparto debido a lo arquetipo y bidimensional de su personaje. Bidimensionalidad necesaria por otra parte para remarcar el mensaje requerido. Sin embargo consigue todos los objetivos exigidos a su interpretación: que amemos al personaje y suframos con su sufrimiento. Y es que Polito es un político de buen corazón, al que todo el mundo ama, que trata desesperadamente de sacar a flote una ciudad destrozada por el paro. Tanto ama a sus conciudadanos que no duda en hacer lo que haga falta para llevar puestos de trabajo a sus calles. Y esta es la estafa americana según David O. Russell. Las leyes y los encargados de hacerlas cumplir castigan a aquellos que tratan de sacar adelante el país de maneras dudosas, pero no castigan aquellos que lo hunden de forma licita. Es decir, se persigue y se castiga el delito sin tener en cuenta la repercusión de este. O lo que viene a ser lo mismo, hoy día la justicia rara vez es justa.

Sin duda, un peliculón de David O. Russell, uno de mis directores favoritos, autor también de mi idolatrada “Extrañas coincidencias” (¿como no se es uno mismo?). Un director que ha sabido meterse en el seno de la industria y realizar obras con pinta de grandes producciones pero con alma de balas dirigidas hacia la mente del espectador.

Por cierto, ¿soy yo o Christian Bale en esta película es igualito que James Brolin de joven?




B.S.O:
La banda sonora es la ostia. Pero me quedo con ese momentazo de Jennifer Lawrence a ala que acompaña esta tonada con baile a juego.




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